La simplicidad es el secreto

Siempre que hemos conseguido -o con un deportista individual o con un equipo- acercarnos a la excelencia y conseguir el triunfo, me he preguntado cuáles habían sido los elementos determinantes para que ello sucediera.

Sorprendentemente, siempre ha sido por las cosas más simples, nunca por grandes elementos técnicos o tecnológicos que, cuando los primeros están asegurados, se muestran imprescindibles, pero cuando no, su aportación no es significativa.

La claridad en saber lo que se quiere, la humildad, el trabajo sólido y consistente, el querer (que significa continuar adelante ante la dificultad), la unidad entre las personas, el poner al servicio del colectivo y del objetivo lo mejor de uno mismo por encima de las necesidades individuales, el control de las emociones, etc., son los elementos verdaderamente esenciales donde todo lo demás se sustenta.

Estos últimos días he leído información sobre dos personas relevantes, de mundos muy distintos, como Warren Buffet y Gerard Mortier, que nos hablaban de lo esencial de su éxito. Buffet nos expone sus conclusiones a la hora de invertir en bolsa y nos cuenta que no es indispensable ser un experto en el tema para ganar dinero. Nos dice que lo que hay que hacer es entender en qué se invierte, entender de donde van a proceder los beneficios futuros de esa inversión. Ello es más importante que el devenir del precio del activo en cuestión, ya que eso nos desviaría de la atención puesta en las fuentes de rentabilidad.

El prestigioso director de ópera Gerard Mortier le cuenta a Lluís Pascual -otro excelente director de escena-, que el método que él ha utilizado durante toda su trayectoria lo aprendió en la panadería de sus padres donde “la artesanía hace posible con elementos primarios, elaborar el pan y hacerlo llegar, como un milagro, a las personas todos los días”.

Según datos del INE de diciembre del 2012, la esperanza de vida en España llegará en 2051, a los 86,9 años en el caso de los hombres y de 90,7 en el caso de las mujeres. Estos datos suponen que las tasas de personas dependientes se doblaran. Ante esta realidad, se nos hace imprescindible que los que hoy tenemos entre 40 y 60 años nos responsabilicemos de nuestra salud, rendimiento y bienestar. Los elementos esenciales para conseguirlo son: pensar bien (por uno mismo), hacer el ejercicio adecuado, comer poco y equilibradamente, y dormir bien.

Sigan el método que quieran para mejorar su forma de comer, o su forma de entrenarse, o su forma de organizar su mente, pero si quieren obtener verdaderos resultados, crean en algo de verdad, aunque sea imperfecto. Crean en algo que les proponga un profesional de su confianza, o que se estructuren ustedes mismos con coherencia y llévenlo a cabo con humildad, consistencia y esfuerzo, y el resultado estará la vuelta de la esquina. No lo menosprecien, en lo simple está lo que queremos.