Y... ¿qué ejercicio debería hacer?
/Hace algunas semanas, me invitaron a una boda. Al sentarme en la mesa, gran parte de los que la compartíamos me espetaron: “Oye, yo ya sé que tengo que hacer ejercicio, pero… ¿Qué tengo que hacer? El médico me dice que nade; artículos en los periódicos me dicen que ande y cuando voy al fisioterapeuta o al osteópata -porque me duele la espalda-, me dice que haga unos ejercicios cada mañana. Al final, no sé lo que debo hacer en realidad.
Lo primero que les diré al respecto es que todos tienen parte de razón, pero como ya les he dicho otras veces, el resultado no radica tanto en las partes como en el conjunto.
En segundo lugar, les diré, aunque les sorprenda: “Nunca hacer lo que te apetezca”. Cuando nos regimos por este criterio, habitualmente no acertamos con lo que nos conviene hacer.
Recuerdo un cliente que tuve hace algunos años (empresario de postín) que vino a decirme que se daba de baja de mis servicios. Era un hombre que entonces debía rondar los 65 años, muy delgado y flexible; un hombre tranquilo y sereno. Las razones que me esgrimió para darse de baja era que le gustaba más hacer yoga.
Esta persona estaba naturalmente dotada para el trabajo aeróbico y la flexibilidad, no tanto para la fuerza. Tras su decisión, siguió entrenando las cualidades para las que estaba más dotado naturalmente y, por tanto, dejando de lado las que más necesitaba, que eran la fuerza y la coordinación en general.
Elegir bien el tipo de ejercicio que debemos hacer empieza por conocer de forma clara nuestras necesidades reales. La oferta no nos lo pone fácil, tanto por la cantidad de opciones, como por lo analítico de las mismas: cada una sirve para algo, pero ninguna para todo.
La correcta combinación de las cinco cualidades físicas principales (resistencia aeróbica, fuerza, flexibilidad, movilidad articular y coordinación), adaptada a las características y necesidades de cada uno, es el verdadero secreto para hacer el entrenamiento adecuado y obtener beneficios tangibles para nuestra salud y rendimiento.
Cada día hay más gente consciente de que debe hacer ejercicio, ahora solo falta hacerlo adecuadamente, con calidad y de forma inteligente. Lo importante no es apuntarse al gimnasio, sino lo que hacemos en él.
Y respecto a hacer lo que nos apetece o no… “El pájaro no es feliz porque canta, canta porque es feliz”.