Hacer un buen año

Ayer hablé con mi amiga María. Después de estos días de celebraciones y fiestas se encontraba sola en casa, tenía dolor de espalda y su estado de ánimo era triste y melancólico.

Esta mañana me he levantado con la sensación que me dejó la conversación. A menudo, tengo la impresión de que las fiestas, las vacaciones y los viajes solo hacen que esconder un fondo triste ante la vida y, cuando acaban, la realidad que hemos escondido detrás de tanta actividad, se impone.

En estos últimos días, he revisado una película que, cada vez que veo, me sigue aportando cosas nuevas. En un momento concreto del film, el protagonista de Bagger Vance -que interpreta Will Smith- nos dice lo siguiente: «Dentro de todos y cada uno de nosotros hay un verdadero y auténtico swing. Algo con lo que nacemos, que es nuestro y solo nuestro; algo que no se puede enseñar, ni aprender. Y que debemos mantenerlo vivo. Con el paso del tiempo, el mundo puede robarnos ese swing y quedar enterrado en nuestro interior bajo todos nuestros “habría, podría, debería”».

Hay quien llega a olvidar cuál era su swing. Ahora que empezamos un nuevo año, las cosas nos irán, a veces mejor y a veces peor, pero todos tenemos una cualidad intrínseca que nos hace especiales. Saber centrarse en lo importante, y no en lo accesorio, es un ejercicio esencial para hacer, de este 2020, un buen año.

Tener un buen año es conectar interiormente con nuestro swing auténtico y vivir en él. Todo lo demás que debamos hacer, estará bien, pero no debería alejar nuestra atención de lo que realmente importa.

Vamos a hacernos, cada uno de nosotros, un buen año, y poder así, compartirlo.